En la página oficial de El Sacramento (segui link: https://www.facebook.com/ElSacramento.novela ) su autora Fernanda Pérez acaba de postear esta serie de imágenes con pequeños extractos de la historia, compartimos con uds lectores!!!!
Que lo disfruten!!, besos Inés.-
Estas son las obras de
Ariel Ocampo que acompañaron la lectura de algunos fragmentos de "El
Sacramento". Les dejo los textos y estas bellas imágenes... ¡Que lo
disfruten!- Fernanda Pérez
“De la imponente flota,
ha quedado solo un poco más de la mitad. Las condiciones
climáticas dejaron a varios navíos varados en el camino, y tanto el escorbuto como la sarna han
hecho estragos en la tripulación. Por esa razón es que Cevallos optó por recuperar energías y
provisiones en Montevideo. Casi 6 meses de travesía nos han dejado extenuados. …”
climáticas dejaron a varios navíos varados en el camino, y tanto el escorbuto como la sarna han
hecho estragos en la tripulación. Por esa razón es que Cevallos optó por recuperar energías y
provisiones en Montevideo. Casi 6 meses de travesía nos han dejado extenuados. …”
"Cabalgaba. Esa era
su hora preferida. Mientras el descanso se imponía tras el almuerzo, ella había
optado por ponerse su traje de montar para sentirse libre y dejarse acariciar
por el aire fresco y el sol aún tibio del mes de abril. La hacienda “Nova Terra”
–instalada fuera de los muros de la ciudad– era su paraíso. Francisca adoraba
la llanura, los espacios abiertos, inacabables. No así su melliza Catalina que
se acomodaba con facilidad a los sitios cerrados y estrechos, o Teresita su
hermana menor que disfrutaba de las calles empedradas, de los saraos, de los
trajes, de las joyas… Definitivamente, ella era diferente".
"Las ideas de
Francisca y las explicaciones legales de Pereyra Baiza me dan vuelta en la
cabeza desde ayer. Al principio me pareció una locura, pero la insuficiencia
respiratoria que me atacó por la noche me hizo entender que de alguna manera mi
familia debe estar protegida. …”
“Hace más de dos días que
El Sacramento ha quedado desierto. Algunos regresaron a Lisboa y otros se
marcharon a diversos puntos de la colonia portuguesa. Sólo unos pocos han
decidido permanecer en sus haciendas, chacras y quintas esperando la llegada de
los españoles. Pese a la distancia que nos separa de la muralla, hasta aquí han
llegado los ruidos de los cañones. Fue como si el cuerpo se me desplomara al sentir los disparos
e imaginar el fuerte claudicando ante una violencia innecesaria, sobre todo
teniendo en cuenta la disposición del gobernador Da Rocha para capitular.…”
- ¿Está bien? ¿Ese hombre
le ha infligido algún daño? … No sea insolente, que no está en condiciones de
hacerse la ofendida .
– ¿No? Entonces, ¿qué? ¿Debería agradecerle su intervención? Le recuerdo que fue usted quien me encerró aquí.
– Es lo que corresponde.
– Entonces no me pregunte si estoy bien, una mujer no puede estar bien en una celda,
condenada a la violencia y al ultraje.
– Eso no volverá a pasar, yo me encargaré… Voy a pedir que le alcancen una
jofaina para higienizarse, y en cuanto su familia le traiga algo de ropa podrá sacarse esos pantalones y la camisa para usar algo más… femenino. Voy a solicitar que le sirvan algo caliente para tomar…
– ¿No? Entonces, ¿qué? ¿Debería agradecerle su intervención? Le recuerdo que fue usted quien me encerró aquí.
– Es lo que corresponde.
– Entonces no me pregunte si estoy bien, una mujer no puede estar bien en una celda,
condenada a la violencia y al ultraje.
– Eso no volverá a pasar, yo me encargaré… Voy a pedir que le alcancen una
jofaina para higienizarse, y en cuanto su familia le traiga algo de ropa podrá sacarse esos pantalones y la camisa para usar algo más… femenino. Voy a solicitar que le sirvan algo caliente para tomar…
“Ella no encontró las
palabras. Simplemente asintió, dispuesta a entregarse a aquel
hombre del farrapo que fue despojándola de cada una de sus prendas. No tuvo miedo, no tuvo pudor, sólo algo de frío. Se encontró desnuda, y en la mirada del moro se dibujó su silueta, armónica, exuberante. El la observó con delirio, y empezó a surcar su cuerpo. Catalina tenía la piel fría y eso contrastaba con la tibieza de sus dedos. "
hombre del farrapo que fue despojándola de cada una de sus prendas. No tuvo miedo, no tuvo pudor, sólo algo de frío. Se encontró desnuda, y en la mirada del moro se dibujó su silueta, armónica, exuberante. El la observó con delirio, y empezó a surcar su cuerpo. Catalina tenía la piel fría y eso contrastaba con la tibieza de sus dedos. "
– ¿A dónde vas?
– A caminar un rato, a fumar un cigarro.
– Voy a volverme a El Sacramento.
– ¿Estás loca? Si vuelvo me llevarán preso…
– Pídele a algunos de los hombres que me acompañen, no necesito que tú vengas conmigo.
– En ese estado no puedes hacer el viaje.
– El viaje no es tan largo, y no creo que mi estado te preocupe demasiado.
– A caminar un rato, a fumar un cigarro.
– Voy a volverme a El Sacramento.
– ¿Estás loca? Si vuelvo me llevarán preso…
– Pídele a algunos de los hombres que me acompañen, no necesito que tú vengas conmigo.
– En ese estado no puedes hacer el viaje.
– El viaje no es tan largo, y no creo que mi estado te preocupe demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario