Nº de páginas: 1350 págs.
Encuadernación: Tapa dura
Editoral: ALFAGUARA
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788420467283
Edición del IV Centenario de la primera edición.
Sinopsis aquí
Desde que tenía dieciocho años que
quería leer El Quijote de la Mancha y siempre que lo empezaba lo abandonaba
porque me resultaba pesado, aburrido producto del léxico que usa Miguel de
Cervantes Saavedra. Fueron muchas las
veces que lo empecé y que lo abandoné, sin embargo me propuse empezar el 2014
leyendo este libro, porque lo sentía como una deuda pendiente no leerlo y es
así que hice el intento sin importar cuánto tiempo fuese el que pasase lleno de
aventuras de la mano de Alonso Quijano, hidalgo de la Mancha. Obviamente no me
devoré solo este clásico de la literatura sino que lo fui alternando con
lecturas del género romántico.
Es así que cuando terminé los exámenes
finales en el mes de diciembre lo empecé a leer y estuve viviendo historias
imaginarias durante veintiún días aproximadamente.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha es una novela propia de la Literatura Española del Siglo XVI, es
renacentista y cuenta la historia de Alonso Quijano, hidalgo de la Mancha,
cincuenta años, un apasionado lector de libros de caballería que lo llevará a
la locura, a tal punto que se armará caballero bajo el nombre de Don Quijote.
Para ello, Alonso Quijano decide cumplir con todas las reglas que la caballería
supone conllevar, porque para convertirse en caballero consiste en preparar sus
viejas y feas armas, buscarse un escudero –al cual le promete entre muchas
cosas, el gobierno de una ínsula-, ponerle el nombre de Rocinante a su caballo
y busca una dama a la cual amar, servir y la razón de un par de locuras que
cometerá en nombre de esta mujer que jamás se entera: Dulcinea del Toboso. Una
vez que está armado caballero decide salir en busca de aventuras, que al
principio no las encuentra, pero es tal su locura que una venta, será a ojos de
Don Quijote un castillo y la gente que allí hay (dos prostitutas y un ventero)
son para él dos damas y el gobernador del castillo.
Las aventuras que Quijano se embarca van
en contra de su sobrina y del cura. Para Don Quijote el objeto de las mismas
radica en “desfacer agravios” y “enderezar entuertos”.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha está compuesto por dos partes.
En la primera nos encontramos con
cincuenta y dos capítulos narrados todos en tercera persona y en los cuales el
lector será testigo de la primera y la
segunda salida que hará nuestro “caballero de la triste figura” acompañado
de su fiel Sancho Panza, un labrador, vecino suyo en donde se cruzarán con
diferentes personas. De estas dos salidas regresará herido; De la primera será
a causa de mercaderes toledanos y de la segunda, el barbero Maese Nicolás y el
cura Pero Pérez, quienes simulando un encantamiento, enjaulan al héroe y lo
devuelven a su aldea. Serán estos dos personajes quienes ordenen la quema de
los libros de caballería.
Leer el Quijote de la Mancha ha sido un
enorme placer. Pasé agradables momentos, me reí bastante con las imaginaciones
del mismo y de su tamaña locura, narrándole a Sancho Panza las aventuras de los
caballeros de los libros, porque para Don Quijote esos hombres existieron a tal
punto que hará una imitación a la penitencia de Beltenebros; Como así también
la famosa aventura con los molinos de viento, a los cuales Quijote los imagina
como gigantes.
En la
segunda parte del libro, la misma está compuesta de setenta y cuatro
capítulos que comprende la tercer salida de Don Quijote y su regreso final.
Contiene además la aparición del bachiller Sansón Carrasco, el episodio de los
cómicos, el encuentro con el caballero de los espejos e incluso, el supuesto
gobierno de Sancho en la “ínsula Barataria”.
El personaje central es sin duda Don
Quijote y luego viene Sancho Panza, del cual se dice que es un hombre pobre,
vecino suyo, hombre de bien y “de muy
poca sal en la mollera”, dejándose persuadir por la promesa del gobierno de
una ínsula, a tal punto que no sólo abandona a su mujer y a sus hijos, sino que
hasta es capaz de someterse a unos azotes. También aparecen muchos otros
personajes a saber, su sobrina que no llega a los veinte años, Antonia Quijana,
según aparece nombrada en el capitulo setenta y cuatro, Sansón Carrasco, quien estudio
en Salamanca hecho bachiller, y al cual el autor los describe diciendo: “no muy grande de cuerpo, aunque muy gran
socarrón, de color macilenta, pero de muy buen entendimiento; tendría hasta
veinte y cuatro años, carirredondo, de nariz chata y de boca grande, señales
todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas”.
El Quijote de la Mancha es sin lugar a
dudas la primer novela en la literatura moderna universal. Es una narrativa en
donde se narran episodios que están entrelazados entre si ya que Don Quijote
narra y le narran a él (los diferentes personajes que van apareciendo en el
libro) historias diversas que se mezclan luego con aventuras. A través de
Quijote seremos testigo de varias y divertidas burlas de las que será objeto
nuestro querido personaje y es esa trama lo que envuelve al lector (como me
sucedió a mí) en la lectura haciéndola atrapante y entretenida porque la ansiedad
radicaba en mí en saber si Don Quijote saldría victorioso de sus batallas o San
Panza lo sacaría muy mal herido.
Del final de la novela sólo me resta
decir que sentí tristeza haberla culminado. Sin dudas que le tomé afecto al
personaje y ni hablar del aprendizaje (real e imaginario) que me apartó don
Quijano sobre el mundo de las caballerias.
Es normal que a muchos jóvenes y no tan
jóvenes les cueste leer el Quijote. Comprender la trama de la novela, la
historia, no es difícil, lo que resulta complicado es el léxico, las palabras,
ese castellano antiguo que Cervantes utilizó par escribir la novela.
Como dije al principio, yo no lo
entendía pero hoy que tengo diez años más, se me ha hecho fácil comprender
palabras como “fermosura”, “desta” “ansí” y miles de otras palabras, que van acompañada de una prosa
poética que se mezcla con versos y con un vocabulario propio de la época en que
fue escrito. Más allá de eso, las aventuras y ocurrencia de Don Quijote soy muy
graciosas. Sin duda que tiene el cerebro seco porque hay que ver las
imaginaciones que este personaje tiene y me ha hecho pasar momentos muy
divertidos, como así también me he divertido con las locuras que a costa de
este loco, deciden emprender el resto de los personajes que aparecen en el
libro, con tal de hacerlo salir de sus desvaríos; Pero vaya que sorpresa uno
obtiene porque por momentos del libro no sé qué pensar de quién está más loco,
si Don Quijote u otros personajes como El Caballero de los Espejos, entre
otros.
Anímense, tómense el tiempo para leerlo
y disfrutarlo porque es una novela única e inigualable que existe en el mundo
de la literatura. No se van arrepentir.
Yo por mi parte, estoy feliz de haber
saldado de esta deuda.
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