Reseña Inocencia y Perfidia, Elizabeth Bowman

Editorial: Vestales

I.S.B.N : 9789871405305

Formato: LibrosD

Páginas:352

Publicación:13/09/2013 

Sinopsis aquí

Semanas atrás leí su primera novela “Bésame a Medianoche”, cuya reseña pueden leer aquí. Tanto fue lo que me gustó que no dudé en poner entre las primeras lecturas a Inocencia y perfidia, libro que salió recientemente a través de la Editorial Vestales. El argumento que la misma trae en la solapa es muy tentador porque allí en él ya se perfila la originalidad con la que nos encontraremos en esta historia demostrando que no es una novela de romance más, sino que otros condimentos acompañarán la trama.

Inocencia y Perfidia está en ambientada en 1819 y  cuenta la historia de las hermanas Barton: Rachel y Caroline. La primera ya se encontraba casada y viviendo en Daven Court,  lugar donde habitualmente se reunían los personajes de las sociedades más aventajadas; Y la segunda, que contando con dieciocho años es muy diferente a su hermana mayor; A diferencia de Rachel que en edad casadera fue imprudente y muy soñadora, Caroline es inteligente, despierta, disciplinada, dócil, amante de la pintura y del pianoforte; Es una muchacha que tiene muy claro una cosa: No piensa casarse porque considera que la vida de una mujer casada sólo le causaría cambios en su tranquila vida. Sin embargo, su madre, piensa todo lo contrario, y anhela ver en su hija el mismo destino que su hermana Rachel: Casarla con un acaudalado caballero.

 

Caroline Barton

Sin embargo a Rachel no le falta mucho para dar a luz a su tercer hijo y es por ello que escribe una carta a su hermana para que viaje hacia Davenport y asistirla en el parto. En lo que dura el trayecto hasta llegar a dicho lugar, Elizabeth Bowman nos narra con tal precisión y gran claridad, que sentí que era yo –por ejemplo- la que iba en el carro. Es tan detallista en la descripción de cada movimiento, cada paso, cada gesto que hace -en este caso- Caroline, generando en el lector la sensación de estar dentro del libro y de la historia. A medida que el carruaje avanza conoceremos aparte del paisaje de esa época,  a los hijos de Rachel dos gemelos traviesos que hacen de la debilidad de Caroline.

Así poco a poco descubriremos cuán se quieren las hermanas, cuán unidas son y también conoceremos al Doctor Diggory, médico que está muy pendiente del embarazo de Rachel, personaje que al estar entre “sayos enfermos e insoportables gestantes”, ni bien ve a Caroline queda inmediatamente impregnado por ella y será tal, que por momentos se torna insoportable. En palabras de la autora mide cincuenta pies de estatura, su complexión es rechoncha, vestido siempre de negro, como era habitual en esa época en la profesión de los médicos, con poco cabello en cabeza, de rostro orondo y encendido y cada vez que sonríe, sus ojos se achican tanto como los de un ratón.

Alfred Diggory

Elizabeth Bowman utiliza una prosa mezcla de Jane Austen, con párrafos algo quijotescos, sobre todo en aquellos en donde nos describe el paisaje, los atuendos de los personajes, dejándome muy sorprendida y haciendo que Inocencia y Perfidia sea una novela muy atrapante, por momentos con toques de humor, en otros, cierta ironía, pero jamás decae la trama de la misma. Todo lo contrario, el Doctor Diggory con su adulación interesada que hace a una Caroline para conquistarla, que llega al punto de ser pura cháchara; Y Thomas Davenport, esposo de Rachel, el cual no habla mucho, pero cuando tiene que hablar y describir a ciertos personajes, lo hace de un modo raudo.

Como lo es con Cooper Knoxville, personaje que no tiene nada de caballero y que quedará prendado de Caroline, “el pajarito cantor” inmediatamente, más allá que él confiese que nunca se interesaría por tal señorita “con cara de reprimida”. Así es Cooper, protagonista que me trajo reminiscencias de aquellos hombres de las novelas ochentosas y si bien, al Doctor Diggory se me ha hecho pesado, algo baboso a lo largo de la novela, con Cooper he tenido sensaciones de exasperación por cómo es él ante las mujeres pero que sin embargo no he podido resistirme y caí rendida a sus pies. Cooper es un auténtico bribón, es de aquellos que ven a los hombres enamorados como bobos románticos y hasta brinda “para que esa estupidez no la contagie”. Sin embargo, un día Caroline y Cooper se cruzarán en un accidente de carro y a partir de allí las cosas van a cambiar para Knoxville.

Y Caroline deberá elegir entre dos hombres.

Cooper Knoxville

Estructurada con cuarenta y cinco capítulos muchos pueden pensar que es una historia larga, pero nada que ver. Narrada en tercera persona, Inocencia y Perfidia es de esas novelas para leer sin que nadie interrumpa, si hasta la autora he tenido el atrevimiento de nombrar a Byron Drake dejándome con ganas de saber qué piensan los personajes de esta novela con respecto al romaní. El contexto en el que ubica la historia es muy interesante y me gusto la descripción que hace la autora acerca de los lugares y el tipo de dialogo que usan los personajes, característicos de esa época. Bowman recrea excelentemente el pensar de las mujeres y de los hombres de aquel entonces, todo ello hace que sea una lectura ágil, sencilla, fluida y muy amena.

Me han gustado los personajes tanto principales como secundarios. Me identifico más con Rachel en cuanto a lo enamoradiza y me transmitió ternura las acciones de caridad que lleva adelante Caroline, una joven que prefiere lo sencillo al lujo. Me gusto la caracterización de la señora Barton, la madre de estas jóvenes, que es ideosa hasta el cansancio aún en la casa de su hija casada, quisquillosa en cada detalle y que no alberga las esperanzas de ver casada a Caroline, lo que provocó que terminara riendo de las ocurrencias y pensar de este personaje.

Tampoco quiero olvidarme de mencionar a Marcus Auverfort, primo de Anabelle Castleford, una joven que se hará amiga de Caroline y que buscará de algún modo acercar a estos dos jóvenes. Marcus es muy bueno, educado, caballero, un joven muy paciente si se trata de luchar por el corazón de Caro.

Obviamente Cooper me gustó mucho, me enamoró más allá de lo mujeriego que es, más allá de que le gusta batirse a duelo, que en las fiestas no se comporta como un auténtico caballero, más allá de su arrogancia y lo vanidoso que es y, que disfruta de provocar a jóvenes inocentes como Caroline, yo me enamoré y suspiré en cada diálogo que él aparecía. No importa que para Thomas Davenport sea lo prohibido de lo prohibido, al igual que Caroline, espero que ustedes le den una oportunidad de conocerlo.

El titulo sin ninguna duda que es perfecto para la novela: Una dama inocente y dos hombres que se acercan más a la perfidia y que a toda costa lucharán por ganarse al amor de la joven muchacha: Uno a través de perfectas y aburridas conversaciones dando aires de erudito y el otro, con un lenguaje totalmente opuesto, un completo granuja que de acuerdo a lo que nos cuenta Thomas Davenport ha lapidado en poco tiempo la fortuna de su padre. Eso no quita que entre las mujeres floreros no se lo nombre, lo tilden de un hombre muy apuesto y en verdad lo es.

No puedo olvidar algunas frases del marido de Rachel como “(…) No dudo que su apariencia externa pueda resultar engañosa a simple vista; sabes lo que sucede con las plantas carnívoras que han sido dotadas de una subyugante y exótica belleza con el fin de atraer más fácilmente a las incautas víctimas (…)”

La ambientación de la novela es fabulosa porque nos describe el paisaje rural y la distancia que separa la casa de los Davenport de aquella en donde vive Cooper. Me gustó mucho porque me trajo recuerdos de las películas de Jane Austen y la autora no se concentra solamente en la ciudad.

Como pueden ver disfruté de la novela. Los últimos veinte capítulos me los devoré producto del giro que toman algunos personajes, dejándome totalmente absorta; Conocí a través de las cartas que se envían Caroline y Anabelle, el dolor de la primera producto del desamor, de un engaño; Sufrí con ella y con Cooper, quería meterme dentro del libro para ayudarlos a descubrir la causa real de sus sufrimientos y por momentos sentí un poco de bronca con Thomas, con Rachel. Así que quedan invitados a leer Inocencia y Perfidia, déjense seducir, enamorar por el bribón de Cooper y hechizar por la prosa de Bowman.

  

 Imagenes extraidas de: El Rincón romántico